viernes, 16 de marzo de 2012


NO tenía sirvientes, aun así lo llamaban Señor

NO tenía un grado universitario, y le llamaban Maestro.

NO tenía medicinas, y le llamaba Sanador.

NO tenía un ejército, y le temían.

NO ganó ninguna batalla militar, pero conquistó el mundo.

NO cometió ningún crimen, y aun así, lo crucificaron.

Murió y fue enterrado en una tumba prestada, y vive hoy día entre nosotros.
Bendito sea tu Santo Nombre Cordero de Dios-desde la eternidad hasta la enternidad.