Esa autoridad para atar y desatar, está vigente hoy, y es un arma poderosa para poder derrotar al enemigo y su reino de tinieblas, para que sean limpios los cielos, y esto tenga repercusión en la tierra, para que se establezca el Reino de los cielos y se produzca una gran cosecha de almas en las naciones de la tierra. Dios nos quiere usar de una manera poderosa, a todos nosotros, para hacer descender su gloria a esta tierra y para establecer su Reino.
El Señor nos ha entregado las llaves del Reino de los Cielos, para que atando y desatando, prohibiendo y permitiendo, seamos capaces de hacer descender fuego del cielo, ser bendecidos nosotros y ser de bendición a esta tierra y a sus habitantes. Nosotros, como hijos del Dios Viviente, y en el nombre Poderoso de Jesús, podemos cambiar nuestras vidas y comunidades, para que sean transformadas espiritualmente y materialmente- (porque Dios quiere que seamos prosperos tanto el lo material como el lo espiritual- si no fuera asi, Dios no hubiera prosperado a Salomon- Pero solo Dios sabe lo que es bueno para nosotros, y el Señor siempre provera segun sus riquezas en Gloria en Jesus Cristo).
Es aquí donde nosotros como hijos de Dios operamos mandando señales a los cielos por medio de la intercesión y la guerra espiritual, para que se produzcan cambios aquí en la tierra.
En el libro 2 de Crónicas 7:1 dice: “Y cuando Salomón terminó de orar, descendió fuego del cielo y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria del Señor llenó la casa.”
Algo que llama mucho la atención en todo esto, es que Salomón, cuando oró, levantó sus manos al cielo y no bajó sus manos, hasta que terminó de orar y suplicar al Señor, entonces se levantó de delante del altar del Señor, de estar de rodillas con sus manos extendidas hacia el cielo. 1 Reyes 8:54.
¿Qué misterio hay en levantar las manos al cielo, hacia el trono de Dios en intercesión?
¿Por qué el Apóstol Pablo en 1ª. Timoteo 2:8 dice: “¿Quiero pues, que los hombres oren en todo lugar levantando manos santas, sin ira ni contienda? Creo que esto no es más que lo que el Señor Jesucristo le dijo a Pedro: “Yo te dará las llaves del Reino de los cielos, y lo que ates en la tierra será atado en los cielos, y lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos”, esta es la autoridad dada por Cristo a sus siervos y a la iglesia, para atar y desatar. Cuando a alguien le entregan llaves, este las recibe con sus manos y le servirán para abrir y para cerrar.
En el tema que estamos tocando, sería cerrar todo portillo abierto al enemigo y abrir las puertas y ventanas de bendición, prohibir las obras del Diablo y permitir que el Bendito Espíritu Santo se derrame sobre esta tierra.
En una referencia que me encontre lei que las manos levantadas, son antenas espirituales que Dios usa para levantar intercesión y hacer descender la Gloria de Dios, antenas con doble función, enviando señales a los cielos y recibiendo visitación celestial para bendecir a muchos y la tierra sobre la cual estamos.
Veamos tres clases de antenas espirituales:
La boca: “abre tu boca y yo la llenaré” Salmos 81:10
Las manos: “levanta manos santas, sin ira ni contienda” 1Timoteo 2:8
Los ojos: “Alza tus ojos y mira” Génesis 13:14-18